Nuevas formas de formación y apoyo.
La conservación del
empleo depende cada vez más de las capacidades profesionales. El sistema de
instrucción y educación no debe descuidar la formación humana y ética,
necesaria para desarrollar con provecho las tareas requeridas. La necesidad
cada vez más difundida de cambiar varias veces de empleo a lo largo de la vida,
impone al sistema educativo favorecer la disponibilidad de las personas a una
actualización permanente y una reiterada cualificación.
Los jóvenes deben
aprender a actuar autónomamente y a hacerse capaces de asumir responsablemente
la tarea de afrontar con competencia los riesgos vinculados a un contexto
económico cambiante y frecuentemente imprevisible en su evolución. Es igualmente
indispensable ofrecer ocasiones formativas oportunas a los adultos que buscan
una nueva cualificación, así como a los desempleados.
En general, la vida
laboral de las personas debe encontrar nuevas y concretas formas de apoyo,
comenzando precisamente por el sistema formativo, de manera que sea menos difícil
atravesar etapas de cambio, incertidumbre y precariedad.
Creación de acciones que protejan el derecho del trabajo.
Los problemas de la
ocupación reclaman la responsabilidad del Estado, al cual compete el deber de
promover políticas que activen el empleo, es decir, que favorezcan la creación
de oportunidades de trabajo en el territorio nacional, incentivando para ello
el mundo productivo.
El deber del Estado no
consiste tanto en asegurar el derecho al trabajo de todos los ciudadanos,
constriñendo la actividad económica y sofocando la libre iniciativa de las
personas, cuanto sobre todo en “secundar la actividad de las empresas, creando
condiciones que aseguren oportunidades de trabajo, estimulándola donde sea
insuficiente o sosteniéndola en momentos de crisis”.
Protección del derecho al trabajo de la mujer.
La presencia de la mujer
es necesaria en todas las expresiones de la vida social. Por ello se ha de
garantizar la presencia de las mujeres en el ámbito laboral.
El primer paso en esta
dirección consiste en favorecer la posibilidad concreta de acceso de la mujer a
la formación profesional…, sin perder de vista además, que la organización del
trabajo tiene que tener en cuenta la dignidad y la vocación de la mujer, cuya “verdadera
promoción… exige que el trabajo se estructure de manera que no deba pagar su
promoción con el abandono del carácter específico y propio y en perjuicio de la
familia, en la que como madre tiene un papel insustituible”.
La persistencia de muchas
formas de discriminación que ofenden la dignidad y la vocación de la mujer en
la esfera del trabajo, se debe a una larga serie de condicionamientos
perniciosos para la mujer, que ha sido y es todavía “olvidada en sus
prerrogativas, marginada frecuentemente e incluso reducida a la esclavitud”.
Estas dificultades no han
sido superadas aún, como lo demuestran en todo el mundo las diversas
situaciones que humillan a las mujeres, sometiéndolas a formas de verdadera
explotación.
La urgencia de un efectivo
reconocimiento de los derechos de la mujer en el trabajo se advierte
especialmente en los aspectos de la retribución, la seguridad y la previsión
social.
Explotación infantil e inmigración.
El trabajo infantil y de
menores, en sus formas intolerables, constituye un tipo de violencia menos
visible, pero no por ello menos terrible. Una violencia que, más allá de todas
las implicaciones políticas, económicas y jurídicas, sigue siendo esencialmente
un problema moral.
La explotación infantil
constituye una grave violación de la dignidad humana de la que todo individuo
es portador, “prescindiendo de que sea pequeño o aparentemente insignificante
en términos utilitarios”.
Por otra parte, la
inmigración puede ser un recurso más que un obstáculo para el desarrollo. En el
mundo actual, debido al crecente desequilibrio entre países ricos y pobre y
también a las posibilidades que ofrecen las comunicaciones modernas, aumenta la
emigración de personas en busca de mejores condiciones de vida, procedentes de
las zonas más desfavorecidas de la tierra. Su llegada a los países más
desarrollados es a menudo percibida como una amenaza para los elevados niveles
de bienestar alcanzados gracias a decenios de crecimiento económico. Los inmigrantes
sin embargo, en la mayoría de los casos, responden a un requerimiento en la
esfera del trabajo que de otra manera quedaría insatisfecho, en sectores y
territorios en los que la mano de obra local es insuficiente o no está
dispuesta…
Las instituciones de los países
que reciben inmigrantes deben vigilar cuidadosamente para que no se difunda la
tentación de explotar a los trabajadores extranjeros, privándoles de los
derechos garantizados a los trabajadores nacionales, que deben ser asegurados a
todos sin discriminación.
La regulación de los
flujos migratorios según criterios de equidad y de equilibrio es una de las
condiciones indispensables para conseguir que la inserción se realice con las
garantías que exige la dignidad de la persona humana.
Los inmigrantes deben ser
recibidos en cuanto personas y ayudados, junto con sus familias, a integrarse
en la vida social. En este sentido, se ha de respetar y promover el derecho a
la reunión de sus familias. Al mismo tiempo, en la medida de lo posible, han de
favorecerse todas aquellas condiciones que permiten mayores posibilidades de
trabajo en sus lugares de origen.
La DSI y los derechos de los trabajadores.
Los derechos de los
trabajadores, como todos los demás derechos, se basan en la naturaleza de la
persona humana y su dignidad trascendente. El Magisterio ha considerado
oportuno enunciar algunos de ellos indicando la conveniencia de su
reconocimiento en los ordenamientos jurídicos: el derechos a una justa remuneración,
el derecho al descanso, el derechos a ambientes de trabajo y a procesos
productivos que no comporten perjuicio para la salud física de los trabajadores
y que no dañen su integridad moral, el derecho a que sea salvaguardada la
propia personalidad en el lugar de trabajo, el derecho a subsidios adecuados e
indispensables para la subsistencia de los trabajadores desempleados y de sus
familias, el derecho a la seguridad social para los casos de enfermedad o
accidente y a la pensión para la vejez, el derecho a previsiones sociales
vinculadas a la maternidad, el derecho a reunirse y asociarse…
Estos derechos son a
menudo desatendidos, como confirman los tristes fenómenos del trabajo infrarremunerado,
sin garantías ni prestaciones adecuadas. Con lamentable frecuencia ocurre que
las condiciones de trabajo para hombres, mujeres y niños, especialmente en los países
en vías de desarrollo, son tan inhumanas que ofenden su dignidad y dañan su
salud.
Cuestiones.
- ¿Qué necesidades formativas se imponen al
sistema educativo para favorecer la disponibilidad de las personas al mundo
laboral? ¿Qué no se debe descuidar orientando la formación a la
empleabilidad?
- ¿Cuáles son (y cuáles no), según la DSI, los
deberes concretos del Estado con relación a los problemas que plantea el
desempleo?
- ¿Qué valoración se hace de la presencia de la
mujer en el ámbito del trabajo por parte la Iglesia? ¿Qué pasos debieran
darse para favorecer tal presencia?
- Lamentablemente, todavía hoy se hace urgente una
reclamación del reconocimiento de los derechos de la mujer en el trabajo…,
¿especialmente en qué tres aspectos?
- ¿Qué consideración hace el pensamiento social
de la Iglesia de la explotación infantil? ¿Por qué?
- ¿Qué principales factores alientan el
crecimiento de los flujos migratorios en el mundo actual?
- ¿Qué deberes asigna la DSI a las instituciones
de los países que reciben inmigrantes para una buena gestión de los flujos
migratorios?
- ¿Qué dos criterios deben presidir, según la
DSI, la toma de decisiones con relación a los problemas derivados de los
flujos migratorios?
- Recoge en una lista los principales derechos
de los trabajadores que el Magisterio
ha considerado oportuno enunciar para ser recogidos en los ordenamientos
distintos jurídicos.
- Tristemente ocurre con frecuencia que los
derechos laborales de hombres, mujeres y niños no son respetados…, ¿dónde,
especialmente? ¿Por qué crees que esto es así?
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